La comida condiciona la vida y la vida condiciona la comida. Comer es algo más que ingerir alimentos,
cocinar es un festival de sensaciones y un acto de amor y generosidad.
El trocear un pepino o partir una tarta con un cuchillo afilado, hace honor al dicho zen: “una espada no puede cortarse a sí misma”
Este aforismo realza la imposibilidad de querer comprender las verdades esenciales a través de conceptos racionales.
Igual que un cuchillo de cocina puede ser usado para partir cualquier cosa que no sea el mismo cuchillo, se puede usar la lógica pensante
para analizar problemas mentales, pero con esa lógica no podemos llegar al despertar.
Podemos tener una mente muy afilada y una voluntad de hierro, pero la verdad última se escurre si buscamos acortarla por esos caminos.
Ese Ser esencial, esa verdad última está en todos y cada uno de nosotros, pero viviendo en el pensamiento no podemos hacerla brotar.
Pero entonces, si la verdad está dentro, ¿cómo podemos vivirla?
Cogemos un cuchillo y partiremos un pepino, cortaremos una tarta....
Este aforismo realza la imposibilidad de querer comprender las verdades esenciales a través de conceptos racionales.
Igual que un cuchillo de cocina puede ser usado para partir cualquier cosa que no sea el mismo cuchillo, se puede usar la lógica pensante
para analizar problemas mentales, pero con esa lógica no podemos llegar al despertar.
Podemos tener una mente muy afilada y una voluntad de hierro, pero la verdad última se escurre si buscamos acortarla por esos caminos.
Ese Ser esencial, esa verdad última está en todos y cada uno de nosotros, pero viviendo en el pensamiento no podemos hacerla brotar.
Pero entonces, si la verdad está dentro, ¿cómo podemos vivirla?
Cogemos un cuchillo y partiremos un pepino, cortaremos una tarta....
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