martes, 20 de abril de 2010

Los recuerdos, me deben demasiadas cosas, no solo por el mero echo de que sean cosas, si no por todo lo que conllevan, y que nunca podre despegar de mi. Son pequeñas deudas con una vida carente de emociones. La entropía sentimental.
El saber que jamás el cielo volvera a ser naranja, y dejara de ondear la bandera azul y blanca, aquella que siempre me prometistes eterna...

Pero aún así, cada noche, antes de dormir, espero una luz, que me despierte, y me diga: he vuelto....

¿Como si no vivir una vida vacia?

viernes, 2 de abril de 2010

¿Que más puedo decirte?

 

 Siempre quise ir a L.A.
dejar un día esta ciudad.
Cruzar el mar en tu compañía.

Pero ya hace tiempo que me has dejado,
y probablemente me habrás olvidado.
No sé que aventuras correré sin ti.

Y ahora estoy aquí sentado
en un viejo Cadillac de segunda mano
junto al Mervellé, a mis pies mi ciudad
y hace un momento que me ha dejado,
aquí en la ladera del Tibidabo,
la última rubia que vino a probar
el asiento de atrás.

Quizás el "martini" me ha hecho recordar
nena, ¨por qué no volviste a llamar?
Creí que podía olvidarte sin más
y aún a ratos, ya ves.

Y al irse la rubia me he sentido extraño,
me he quedado solo, fumando un cigarro,
quizás he pensado, nostalgia de ti
y desde esta curva donde estoy parado
me he sorprendido mirando a tu barrio,
y me han atrapado luces de ciudad.

El amanecer me sorprenderá
dormido, borracho en el Cadillac,
junto a las palmeras luce solitario
y dice la gente que ahora eres formal
y yo aquí borracho en el Cadillac
bajo las palmeras luce solitario.
Y no estás tú, nena.
 
Copyright 2009 α ㊲ Ω